Por: Diana Valentina Castro Murcia
Gracias a la presión pacífica de una joven ambientalista, fue suspendida temporalmente la tala de un árbol centenario ubicado en el centro de Neiva.
La protesta de la joven, junto con el apoyo de defensores del medio ambiente y ciudadanos, llevó a que se instalara una mesa de concertación con presencia de la Defensoría del Pueblo, la Personería Municipal, la autoridad ambiental (CAM), el dueño del predio y representantes de Derechos Humanos.
Tras el encuentro, las partes acordaron un compás de espera de 45 días para realizar estudios técnicos más profundos que permitan determinar si el ejemplar de caucho puede mantenerse en pie mediante un tratamiento especializado que frene los daños estructurales causados a las edificaciones vecinas.
Según explicó María Plantas, como se hace llamar en el ámbito ambiental, el Ministerio de Ambiente también intervendrá en el proceso, aportando acompañamiento técnico para buscar una solución que priorice la conservación del árbol.
“El caucho es parte de la historia de Neiva. Si se puede salvar con manejo adecuado, debemos hacerlo. No podemos seguir midiendo el progreso destruyendo lo que nos da vida”, expresó la ambientalista.