No han pasado ni 24 horas desde que se anunciaron los resultados y estas dos mujeres, líderes de izquierda, ya están enviando mensajes contradictorios.
La unión en el Pacto Histórico -movimiento que aún no tiene personalidad jurídica- ni siquiera está cerca, pues las votaciones de este fin de semana permitieron elegir a una persona que los represente (Iván Cepeda) en las próximas consultas interpartidarias, pero aún hay varias grietas internas que deben resolverse.
Esto quedó claro en las palabras de Carolina Corcho. En el acto en el que aceptó su derrota en las urnas, pero celebró haber obtenido más de 500.000 votos en estas elecciones de izquierda, la exministra de Salud declaró: «En un acuerdo político, firmado por el Pacto Histórico hasta hoy, publicado el 19 de julio, queda claro que todos los dignatarios que presentarán el Pacto Histórico el próximo año deben contar con el apoyo del voto popular».
En otras palabras, lo que aseguró Carolina Corcho es que ninguna persona que no haya sido parte de la consulta estará en la lista cerrada del Senado.
Sin embargo, casi al mismo tiempo, pero en otra parte de Bogotá, María José Pizarro hablaba sobre la posibilidad de encabezar la lista al Senado, sin haber participado en la votación del 26 de octubre. "Estoy lista para asumir esa responsabilidad. El país conoce la calidad de mi trabajo y mi fortaleza. La gente sabe lo que he hecho estos siete años, así que estaré presente, por supuesto".
Y esta "guerra fría" sería una apuesta para encabezar la lista. Carolina Corcho, apoyada porque en su primera votación obtuvo más de 500.000 votos, también aspira a ser la primera de la lista cerrada en presentar el Pacto Histórico para las elecciones al Congreso. María José Pizarro, la principal defensora de la izquierda que ahora tiene el Pacto Histórico tras la salida de Iván Cepeda de la candidatura presidencial, también estaría considerando la misma opción.
También se ha especulado que uno de ellos se convertirá en la fórmula de Iván Cepeda para la vicepresidencia, aunque aún queda mucho camino por recorrer. De hecho, una de las opciones es que el precandidato elija a una persona más influyente para captar votos de ese sector. Otra alternativa es que, si gana las próximas elecciones interpartidistas, la segunda persona que quede sea su fórmula vicepresidencial.
