Jaime Esteban Moreno, el estudiante de 20 años asesinado a golpes en Bogotá, no tenía permitido entrar al bar donde estuvo antes de morir
Nuevos detalles surgieron en la investigación por la muerte de Jaime Esteban Moreno, estudiante de la Universidad de los Andes, quien fue brutalmente agredido a la salida de Before Club, en el norte de Bogotá. El testimonio de María Alejandra Palma, gerente del establecimiento, revelado por El Tiempo, señala que el joven no cumplía con los requisitos de ingreso del local.
Según Palma, la fiesta del 30 de octubre —organizada por el colectivo RLP y con boletería vendida exclusivamente en preventa— establecía que únicamente podían ingresar personas mayores de 21 años. El personal de seguridad debía verificar la edad mediante cédula antes de permitir la entrada. Moreno, de 20 años, no debió haber sido admitido.
La gerente también informó que la operación del evento contó con 67 personas en distintas áreas y que no se registraron incidentes dentro del local. Sin embargo, este nuevo testimonio abre dudas sobre el cumplimiento de los protocolos de acceso y la eventual responsabilidad del establecimiento.
Minutos después de salir de la discoteca, Moreno fue víctima de una violenta golpiza que le causó la muerte. Aunque algunos de los presuntos agresores afirmaron que el joven había acosado a una mujer dentro del local, este hecho no ha sido confirmado por las autoridades.
La reacción del principal implicado
Durante la audiencia de medida de aseguramiento del 13 de noviembre, la defensa de Ricardo Rafael González —uno de los señalados por el homicidio— presentó el testimonio de su jefe, quien relató el impacto emocional del acusado al enterarse del fallecimiento de Moreno.
González habría trabajado con normalidad al día siguiente de los hechos y solo entonces supo que la víctima había muerto. Su empleador lo encontró llorando y en evidente estado de angustia. Según la defensa, el joven no era consciente de la gravedad de lo ocurrido y viajó a Cartagena para buscar apoyo familiar, entregándose voluntariamente diez días después.
El jefe del acusado declaró que González le admitió haber participado en la golpiza, pero aseguró que desconocía que el estudiante había fallecido.
A pesar de los argumentos de la defensa, la Fiscalía sostuvo que González representa un riesgo para la comunidad, destacando que huyó del lugar sin auxiliar a la víctima. La jueza respaldó la posición del ente acusador y ordenó su detención preventiva en prisión mientras avanza el proceso por homicidio agravado, cargo que el implicado no aceptó.
