Manifestó que esta controversia corresponde a una “estrategia comunicativa” en su contra.
El representante a la Cámara, David Racero, se ha visto envuelto este domingo en un escándalo nacional por presuntas conductas de explotación laboral, en medio de la discusión que se adelanta en el país sobre la reforma laboral que fue revivida en el Senado de la República. Cabe recordar que Racero ha sido un férreo defensor de este proyecto de ley impulsado por el Gobierno nacional.
En los audios divulgados por el periodista Daniel Coronell, se escucha al congresista, al parecer, buscando una persona para el cargo de cajera en su negocio familiar de fruver, y en los que se le oye ofrecer, presuntamente, un salario inferior al mínimo legal, sin prestaciones sociales, además de exigir que la persona se desempeñe como “todera” en el establecimiento.
"Y en el computador principal están las hojas de vida. Hay una que tiene manipulación de alimentos; podríamos llamarla a ella. Si Viviana dice que no, podríamos llamar a la otra. El pago es de un millón mensual, no tiene prestaciones, no tiene nada. Un millón, y si toca decirle que es tiempo completo, de 7 de la mañana a 8 de la noche. Ellos saben si toca decirle un día de descanso a la semana (…) Empezaría el primero de abril, esos tres días de capacitación. Ellos son toderos: no solo caja, sino que también arreglan, hacen pulpa, hacen aseo, lavan baño, lavan los pisos", se escucha en los audios.
En un comunicado dirigido a la opinión pública, Racero calificó este hecho como una “distracción” y un “montaje”, justo cuando avanza la discusión sobre la reforma laboral en el país.
Expresó su preocupación por lo que, a su parecer, podrían ser interceptaciones a sus comunicaciones, y en el escrito hizo referencia a casos del pasado, como las sonadas “chuzadas” ilegales.
“La idea de que me atribuyan información falsa me preocupa; de ahí este pronunciamiento. Pero confieso que la posibilidad de que en verdad tengan acceso a mis comunicaciones privadas me espanta; está en juego mi intimidad y la de mi familia, la vida de mis amigos, mi seguridad personal y la del grupo político al que pertenezco. Los conocidos y penosos antecedentes de las chuzadas, y más recientemente de Pegasus, son realidades que obligan a tomar en serio cualquier amenaza a las comunicaciones”, dijo.
El representante relató que, en 2020, durante aproximadamente seis meses, su familia y él tuvieron un “pequeño emprendimiento familiar”.
Indicó que, por diversas circunstancias asociadas a la pandemia, se vieron obligados a liquidar el negocio.
“Diversas circunstancias (…) mantuvieron los saldos en rojo y obligaron a la liquidación. Esa es la única verdad”, anotó.
Posteriormente, manifestó que esta controversia corresponde a una “estrategia comunicativa” en su contra, con la que —según afirmó— “pretenden convertirlo en el caballo de Troya de un linchamiento mediático al que no se había visto expuesto nunca”.
“Pretenden atacar, precisamente en el contexto de la discusión sobre la reforma laboral, las bases mismas de aquello que durante toda la vida he defendido, esperando que me convierta en el chivo expiatorio de su oposición mezquina. Creen que si logran, con mentiras, el aniquilamiento moral y el linchamiento mediático de un simple gregario del proyecto del cambio, la fuerza popular se va a detener y las reformas se van a hundir. No saben cuán equivocados están cuando creen que van a detener esta marea social lanzando piedritas a las olas”, aseguró.
Agregó que “los cambios históricos están por encima de las personas y que nadie se va a frenar o a retirar de la lucha porque los reflectores apunten a una distracción o a un montaje”.
