Maximiliano Tabares, el menor que habría sido entregado a una secta satánica y desapareció

La abuela, la madre y el padrastro de Maximiliano Tabares Caro, así como tres personas más, fueron capturados por la desaparición del niño de 6 años, del que no hay rastro desde el pasado 21 de septiembre.

La mamá les dijo a las autoridades que el niño salió a hacer un mandado a una tienda del municipio de Remedios, en Antioquia, y que dos minutos después, al ver que no regresaba, inició la búsqueda de su hijo, versión que no convenció a la Policía.

Trascendió que el padrastro de Maximiliano Tabares Caro habría persuadido a su familia de que el niño estaba poseído por un espíritu maligno.

Isabel Cristina Patiño, directora (e) regional Antioquia del ICBF, espera “que las autoridades hagan diligentemente la búsqueda de este niño y la investigación dando con el paradero de Maximiliano para que el ICBF, en coordinación con la comisaría de familia si es el caso de encontrarlo en Remedios o en Segovia, podamos adelantar el proceso administrativo de restablecimiento de derechos de nuestro niño Maximiliano. Hacemos un llamado a todos los padres de familia de cuidar los niños”.

Algunos miembros de su familia fueron capturados como presuntos responsables de este hecho.

Un mes de la desaparición del menor, se conoció que el menor de 6 años habría sido usado para un sacrificio, en medio de un ritual satánico que habrían desarrollado sus propios parientes.  Entre las personas vinculadas al macabro caso, está la mamá del menor, el padrastro y la abuela materna.

Investigación

Lo que trascendió es que esta familia usaría métodos sobrenaturales y esotéricos para encontrar Guacas de oro en la región. Por otro lado, vecinos del sector aseguraron que Maximiliano no estaba acostumbrado a vivir con la mamá y desde que su padre murió, pasó los días en la casa de su abuela paterna, sin embargo, la mujer reclamó la custodia en las primeras semanas de 2022.

Incluso se habla de maltrato y violencia contra el menor, antes de su desaparición. Lo único cierto es que fueron muy pocos los que le creyeron a la madre, que no mostraba emociones ante la pérdida de su propio hijito, tanto así, que habitantes del municipio adelantaron una asonada contra la casa de la mujer, por lo que la tuvieron que sacar con apoyo de la Policía.

“Nos llamó la atención su actitud. Ella no lloraba, como que no se alarmaba”, dijo una de las personas que colaboró en las labores de búsqueda.

La captura

Ayer se adelantó la captura de seis personas, entre familiares y allegados del menor y quienes harían parte de una secta satánica llamada Los Carneros, liderada por el padrastro del menor.  Según trascendió en la indagación que completa un mes, todos los presuntos integrantes de la secta, adelantan ritos satánicos para ubicar guacas de oro.

Los detenidos están a la espera de la legalización de la captura, por los delitos de concierto para delinquir, desaparición forzada y tortura, mientras que el pequeño sigue desaparecido.