El sujeto le aseguró a su pareja sentimental que cuando tenían intimidad "solo funcionaba pensando en su madre".
Una curiosa historia vivió Ben Ford, un hombre de 32 años que se enamoró profundamente de Kim West, una mujer 21 años mayor que él y que sería su madre biológica. Todo ocurrió cuando West en este tiempo de 19 años, quedó en embarazo, y ante la incertidumbre que tenía de no poder cuidar bien a su hijo, decidió darlo en adopción, y a su vez, perdió todo tipo de contacto con la familia adoptiva.
Sin embargo, después de 30 años, Ford, quien ya había formado un hogar con su esposa, se dio a la tarea de encontrar a su mamá biológica, por lo que tomó la iniciativa de escribirle una carta, y así pactar un encuentro, para que ella resolviera muchas incógnitas que él tenía.
Como lo habían acordado, juntos se encontraron en un hotel, en donde compartieron una cena y a su vez una botella de champagne. Luego de varias horas de conversación, ambos se sintieron atraídos físicamente y por decisión mutua se dieron un beso.
