La paz de los sepulcros en Turbaco, Bolívar fue profanada por un grupo de jóvenes que llegó hasta el camposanto para hacer una bulliciosa rumba.
Un corredor entre las tumbas fue el escenario del festejo, los dos vigilantes del cementerio no pudieron impedirlo.
“Para ellos es como un homenaje, un homenaje hacia el difunto que matan o se accidenta o alguna cuestión, le ponen música”, detalló Harold Puello, vigilante.
Este hecho, que incluyo música, baile, licor e incluso un desnudo, fue rechazado por la comunidad.
Las imágenes revelan que los participantes del festejo no portaban ningún elemento de bioseguridad, en momentos en que Bolívar está en alerta.
“Hemos tomado la decisión de hacer la declaratoria de la alerta roja hospitalaria por el incremento de casos sospechosos y confirmados de COVID-19, la ocupación porcentual de la unidad de camas de cuidados intensivos ya supera en el departamento el 73%”, indicó Álvaro González, secretario de Salud de Bolívar.
Según las autoridades, las rumbas en cementerios de Bolívar no son casos aislados, sino conductas repetitivas entre algunos dolientes que ponen en riesgo la vida de la ciudadanía.