Duque también capitalizó los votos del miedo a Gustavo Petro, el candidato de la Colombia Humana, visto por muchos como el camino al ‘castrochavismo’ y la ‘venezolanización’ por su discurso y propuestas contra la desigualdad; el cambio del modelo económico (de uno extractivo a uno productivo, basado en la producción de alimentos); el establecimiento de impuestos a los latifundios improductivos, para obligarlos a producir o ser vendidos al Estado para que los readjudicara a campesinos que lo hicieran; la elevación de impuestos a los empresarios; la transición a energías limpias para frenar el cambio climático; la abolición de las EPS para establecer un sistema de salud pública gratuita, y el establecimiento de universidad gratuita para todos (sin tener la plata para hacerlo).
Duque se ‘vendió’ como una opción joven renovadora (tiene solo 41 años), a pesar de ser fervoroso defensor de Álvaro Uribe, su mentor.