El adolescente Carlos Peña sobrevivió a la tragedia de Suaza, pues el lavadero de ropa donde se #encontraba no se derrumbó
Por esos azares del destino, el niño Carlos Peña, de 15 años de edad, hijo de Gustavo Peña y Esther Peña, se encontraba hacia los ocho y media de la noche del fatídico martes 3 de junio, lavando unos pantalones cuando escuchó un ruido ensordecedor y vio como la luz eléctrica hizo corto y se apagó. Al ver a su alrededor, pudo evidenciar que la vivienda había desaparecido del lugar mientras el ruido continuaba.
El jovencito no podía creer que la casa, junto a su papá, su mamá y su hermanita habían rodado y desaparecido, mientras el lavadero donde él se encontraba quedó intacto junto al baño-sanitario. Luego salió corriendo loma arriba y hasta allí recuerda, pues entró en un shock nervioso y perdió el conocimiento.
La comunidad de la vereda El Vergel, lugar de la tragedia, al percatarse del derrumbe llamaron a los organismos de socorro de Suaza, pero comenzaron apresurados a remover la tierra y lodo, logrando salvar a la niña Kerly Castaño, de 7 años de edad, quien había sufrido una fractura en una extremidad inferior. De inmediato fue trasladada junto con su hermano en una camioneta particular al hospital Nuestra Señora de Fátima del municipio de Suaza, donde recibe atención médica.
Diez voluntarios de la Defensa Civil y Bomberos llegaron más tarde al sitio, quienes encontraron que la comunidad ya había localizado a los integrantes de la familia afectada. Allí estaban los cuerpos sin vida de los dos esposos, quienes no corrieron con la misma suerte que sus hijos.
Los cuerpos de los difuntos fueron transportados también en un vehículo particular, por decisión de la comunidad y del presidente de la Junta de Acción Comunal, para los trámites correspondientes en el casco urbano del municipio.
