| Atentado a Miguel Uribe: Fiscalía confirma uso de pistola Glock 9 mm y abre líneas investigativas sobre roja detrás del menor agresor
El atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, perpetrado en la tarde del 7 de junio en el barrio Modelia de Bogotá, ha sacudido el país y encendido todas las alarmas del sistema judicial. La Fiscalía General de la Nación confirmó que el arma utilizada fue una pistola semiautomática Glock calibre 9 mm, y que el autor material fue un adolescente de tan solo 14 años, quien fue capturado en el lugar de los hechos.
El caso abre múltiples interrogantes: ¿Fue este joven usado como carne de cañón? ¿Por qué lo enviaron solo a cruzar el anillo de seguridad del candidato, en lo que parece una misión suicida? ¿Fue reclutado por su inimputabilidad? Y más aún: ¿quién le suministró una Glock 9 mm y lo entrenó para disparar en medio de un evento público de alta seguridad?
El comunicado de la Fiscalía, firmado por la Fiscal General Luz Adriana Camargo Garzón, califica el hecho como “una arremetida contra las formas de participación democrática del país” y anuncia el despliegue de equipos del CTI y la Policía Nacional para desarrollar cuatro líneas investigativas, tanto sobre el menor como sobre quienes lo habrían instrumentalizado. El fiscal Camargo exhortó además a las instituciones a blindar el proceso electoral y garantizar la seguridad de los aspirantes.
Mientras Miguel Uribe permanece en estado crítico, el país exige respuestas: ¿Quién está detrás del niño armado? ¿Qué estructura delictiva –o política– se esconde tras este ataque? Lo que parece claro es que este atentado, lejos de ser un hecho aislado, revela las grietas más peligrosas de nuestra democracia.
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