Las personas deben tener en cuenta estas nuevas tarifas para determinar si alcanzan a hacer sus vueltas en el cierre de 2025.
Solo en septiembre, la inflación anual volvió a subir y pasó del 2.9 % al 3 %, impulsada en gran parte por el fuerte incremento en los precios de la gasolina, que saltaron 4.2 %, su mayor avance mensual desde agosto de 2023.
Aunque los alimentos subieron a un ritmo más suave, el impacto general sigue siendo evidente: según Moody’s Analytics, el hogar estadounidense promedio gasta 208 dólares más al mes que hace un año por los mismos bienes y servicios.
Es precisamente esta medición —la que va de julio de 2024 a julio de 2025— la que define cuánto subirán las tarifas migratorias. El DHS ya había anticipado este cambio desde el 22 de julio de 2025, cuando publicó una primera notificación en el Registro Federal, pero ahora quedó oficializado para el año fiscal 2026.
La entidad también recordó que las solicitudes enviadas o mataselladas desde el primero de enero deberán incluir el nuevo valor, sin excepciones. Y, como lo establece la H.R. 1, este proceso se repetirá cada año fiscal, por lo que los costos migratorios seguirán ajustándose mientras persista la presión inflacionaria.
El informe de inflación, además, tuvo una particularidad adicional: fue el primer dato económico federal publicado tras el cierre del Gobierno el 1 de octubre. Su divulgación era clave para garantizar que el país cumpliera los plazos del ajuste anual del costo de vida, incluido el que aplicará a los pagos del Seguro Social en 2026.
