Por eso al otro día de ocurridos los hechos recogieron los escombros.
Después hicieron la ‘vaca’ para comprar algunos materiales que les permitieran revivir el CAI.
Algunos vecinos también aportaron sus talentos y otros insumos. Así hubo quien hiciera las adecuaciones con cemento, quien se encargara de las instalaciones eléctricas del CAI y quien se dedicara a la pintura.
Según Noticias Caracol, después de cuatro días intensos de trabajo el lugar quedó listo.
El CAI fue entregado a la Policía después de la celebración de una misa y los vecinos lo cuidan día y noche para que no lo vuelvan a destruir.
Lo único que quedó pendiente fueron los vidrios. De ellos se encargará la Alcaldía Mayor de Bogotá y la Policía, pues estos son blindados y resultan muy costosos.
De acuerdo con un trino publicado por el periodista Félix de Bedout, la reconstrucción de un CAI en Bogotá puede costar entre 350 y 430 millones de pesos.
Sin embargo, los ciudadanos consideran que es un precio bastante alto para una estructura tan pequeña y de apenas una planta.
En total en la capital fueron destruidos más de 40 CAI durante las protestas realizadas para rechazar el caso de brutalidad policial en el que perdió la vida el estudiante de Derecho Javier Ordóñez.
