¡Felicitaciones!
Con lágrimas de emoción y una sonrisa que refleja la fuerza de su lucha, Arizaldo Quijano, tocó la campana que simboliza el final de su tratamiento contra esta enfermedad
Arizaldo superó una de las pruebas más difíciles de su v¡da y hoy celebra esta victoria junto a su familia, dando esperanza a otros pacientes que aún libran la misma batalla.