Los panaderos sostienen que esta decisión obedece a los altos costos de producción, impulsados por el alza de los insumos que en su mayoría son importados.
Uno de los productos más consumidos en los hogares colombianos es sin duda el pan. Debido a su precio, fácil adquisición, y versatilidad, es el predilecto para acompañar los desayunos, las onces, o como merienda para cualquier hora del día.
El pan llega a las mesas desde las tiendas de barrio, que a su vez son surtidas por las panaderías de reparto, pues aunque las panaderías de vitrina también ofrecen el producto, estas tienen menor presencia en la ciudad y al ser un producto más elaborado, su costo es más elevado.
En ese orden de ideas, gran parte del pan que se consume en el Huila viene directamente desde las panaderías de reparto, que en su mayoría son: micro, pequeñas, o medianas empresas, las cuales pagan impuestos, servicios, y empleados.
Dentro de esa gama de productos de panadería en la que encontramos el croissant, pan rollo, pan quesillo, pan agridulce, tostadas, lenguas, cañas, cucas, pan coco, pan galleta, entre otros, sobresale el pan de 200, pues debido a su precio accesible es el de mayor rotación en los sectores de estratos bajos y medios.
Pero esta situación empezó a cambiar desde la semana anterior, luego que la Asociación de Panificadores del Huila, ASOPANH, tomara la decisión de acabar con este producto, por el escaso margen de ganancias que dejaba en su comercialización.
De acuerdo a lo expuesto por los empresarios del pan, esta decisión obedece a los altos costos de producción, impulsados por el alza de los insumos que en su mayoría son importados, los cuales experimentan una escalada de precios que impactan sus bolsillos.
A esto se le suma el porcentaje que las panificadoras entregan a las tiendas para que roten el producto, que va del 20 hasta el 30%.
Según pudo establecer HUILA NEWS, estos son los precios de la canasta básica de insumos para el funcionamiento de una pequeña panadería.
Harina bulto por 50 kilos, 100 mil pesos.
Bulto de azúcar por 50 kilos, 135 mil pesos.
Caja de margarina, 94 mil 500 pesos.
Arroba de queso, 125 mil pesos en promedio.
Bidón de aceite de 20 litros, 125 mil pesos.
Caja de levadura por 20 libras 160 mil pesos.
Esencias, litro por 13 mil 500 pesos.
Flan de de huevos AA por 30 unidades, 10 mil pesos.
Kilo de plástico para empaque, 14 mil pesos.
A esto se le suma el pago de salarios, servicios públicos, así como el combustible de los hornos y vehículos de reparto que son asumidos por los panificadores.
En ese sentido la decisión de acabar con el pan de 200 pesos ya fue tomada, y aunque inicialmente no cayó bien en algunos tenderos, otros han asimilado la situación por el alza, que no es única para este producto.
En adelante, la unidad de pan más económica será de 300 pesos, y ese incremento de 100 pesos deberá ser asumido por el consumidor final.