La que parecía un rumor después de las decisiones tomadas por Ronald Koeman en Barcelona se confirmó este martes: La salida, después de dos décadas años en la institución, de Lionel Messi.
El argentino llegó a ese club cuando era un niño y se convirtió en una leyenda al ganar 33 títulos, 633 goles marcados y 6 balones de oro, justamente en la época dorada del conjunto azulgrana. A los 13 años fue acogido en La Masía, con un riguroso plan fisico-atlético que más tarde daría enormes frutos.
La salida de Messi parecía cantada después de tanto tiempo de gloria. Todo comenzó en la humillante derrota 8-2 sufrida en cuartos de final de la Liga de Campeones de Europa a manos del Bayern Múnich. Ese mismo día el mundo se preguntó si era el final de un imperio comandado por Messi.
Precisamente, Koeman recién posesionado como entrenador, empezó a despejar las dudas al anunciar que no iba a tener en cuenta a jugadores como el uruguayo Luis Suárez, muy amigo del argentino, y al chileno Arturo Vidal.
“Lionel Messi tomó una decisión que parecía imposible y le comunicó a Barcelona vía burofax que quiere irse luego de 20 años en la institución.
La fórmula sería que Messi se acogería a la cláusula de su contrato que le permite rescindir unilateralmente al final de cada temporada.
También se sabe que Messi tiene contrato con el Barça hasta junio del próximo año. Su salario, para más señas, supera los 50 millones de euros. Lo que se avizora es un pleito que tendrá que definirse en los estrados judiciales.
Ahora la incógnita es saber en dónde irá a recalar. Se especula con clubes como Manchester United, Manchester City, Inter de Milán, París Saint Germain y hasta la MLS, pues es sabido que compró una espectacular mansión en Miami Beach. En el City y en el PSG podría pesar la influencia de compañeros suyos de la Selección Argentina.
