“No intentes nunca dejarme… Te mataré… No quiero ser una asesina…”, decía uno de los miles de mensajes que esta mujer dirigió a su víctima, reseña Univisión Noticias.
Otro de los mensajes, que hacen parte de las pruebas en su contra, advierte al hombre lo que planeaba hacer con su sangre:
“Oh, lo que haría con tu sangre… me gustaría bañarme en ella”, manifestó Jacqueline que fue arrestada el pasado jueves por la policía de Phoenix, Arizona.
“Soy como el nuevo Hitler… el hombre era un genio… “Espero que mueras… judío podrido y sucio“, “, escribió en otra ocasión Jacqueline Ades.
La víctima denunció que Jacqueline Claire Ades llegó, incluso, a invadir propiedad privada al detectarla a través de las cámaras de seguridad de su vivienda a la que accedió para ducharse en el baño.
Cuando la policía arrestó a la mujer por primera vez, a mediados del año pasado, encontró en su vehículo un “gran cuchillo de carnicero en el asiento del pasajero”, agregó Infobae.
Apenas recuperó la libertad, la agresora reinició el acoso con mensajes mucho más amenazantes e incluso tuvo el atrevimiento de ir hasta el sitio de trabajo de la víctima y presentarse como su esposa.
Tres semanas después, fue arrestada bajo cargos de amenaza, intimidación y acoso, añadió el portal argentino.
