En Semana Santa, antes de comprar el pescado y los mariscos hay que abrir bien el ojo y tener en cuenta las siguientes características:
* Mirar, por ejemplo, que estén refrigerados a temperaturas entre los 0 y 4 grados centígrados o congelados, excepto el pescado seco, que puede permanecer a una temperatura ambiente.
* Si se adquiere un pescado congelado, debe estar duro y no blando o semi descongelado.
*El color de la carne debe ser rosado, a diferencia de la piel que, según la especie, puede ser de color oscuro (como sucede con el bagre).
*Jamás compre un pescado que presente algún olor extraño o similar al amoníaco o al óxido.
¿Cómo reconocer un pescado fresco?
* Las escamas deben ser brillantes y unidas entre sí.
* La piel debe encontrarse húmeda, tersa, sin laceraciones ni arrugas.
* Los ojos son transparentes y deben estar brillantes y salientes.
* El iris no puede estar manchado de rojo.
* Las branquias tienen que estar húmedas y brillantes.
El olor debe ser fresco.