Una vez fue enterrado, con ayuda de 3 de sus feligreses, Sakara no pudo cumplir su milagrosa promesa y, por supuesto,  murió asfixiado. 

Cuando fue sacado del hueco y se comprobó que no tenía signos vitales, algunos de sus  feligreses intentaron reanimarlo con “ejercicios espirituales”, agregó el periódico Mwakilishi.

Asimismo, la Policía de esa ciudad de Zambia agregó que en la tumba se hallaron restos que demostraban que Sakara había luchado para mover la tierra que lo tapaba y así liberarse. 

Dos de los feligreses que ayudaron a enterrar al  pastor se escaparon luego de la muerte de Sakara, mientras que otro de los involucrados se presentó ante la Policía para ser judicializado por lo ocurrido, concluyó ese rotativo africano. 

Este video muestra el proceso previo a la ceremonia de entierro del pastor en Zambia:

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