Se trata de Adolfo Antonio Ordoñez Chadid, quien siendo un hombre que se dedicaba al oficio del transporte informal del mototaxismo, decidió lanzarse al ruedo político con la lista de la decencia, con quienes logró adquirir 11.709 votos que le permitirían ser la quinta curul en representación del partido que acompaña la candidatura de Gustavo Petro.
La lucha de Adolfo es algo ejemplar, sin apoyo de maquinarias, sin compra de votos, sin entregar camisetas ni pancartas para que la gente hiciera ruido a su favor, como señalan a muchos otros de haber hecho, sin nada de esto, el candidato logró colarse entre los 5 más votados de la lista.
Esta cifra, si bien parece poco frente a la contienda a nivel nacional, resulta ser un cifra suficiente para ponerlo en la lucha para llegar al Senado de la República representando el colectivo de la Decencia, que por el momento tiene dentro del Congreso a Gustavo Bolivar, Aída Avella, Jonatan Tamayo y Gloria Flórez.
La ejemplar campaña y gran logro del mototaxista lo ha dado a conocer en el país, y como él mismo anuncia, es solo una parte de la pelea que tiene que dar para entrar a la lucha de la política.
“Esos 11 mil votos se van conmigo y quedarán conmigo porque voy a seguir luchando contra las injusticias sociales y por eso no me puedo aliar con políticos tradicionales”, expresó Ordoñez Chadid.
La labor del hombre, padre de familia, dedicado al mototaxismo, ha dado mucho para aplaudir a lo largo de Colombia, pues su ideal y decisión de luchar contra el tradicionalismo político, y los que se acomodan en los cargos legislativos por clientelismo y grandes maquinarias, es una labor nada fácil, que le espera un largo camino.
Adolfo no invirtió mucho en su campaña, teniendo en cuenta que los otros políticos gastan miles de millones de pesos para conseguir las altas votaciones, ya que lo único que logró conseguir en donaciones fueron 170 mil pesos que le ayudaron pagar internet para moverse en redes sociales.
También prestó al interés un millón de pesos que le ayudó a tener unos recursos para moverse en su campaña. Tampoco tuvo mucha publicidad; solo dos vallas, una de ellas la movía con su moto y fue donada por José Julián Barboza, un arquitecto que creyó en el proyecto del ‘Decente’.
Con 53 años, este político se convirtió en un fenómeno electoral, mientras sigue su vida en El Barrio Las Colinas, en Sincelejo.
Tomado de Voces.com
